NUESTRA HISTÓRIA
En la ciudad de Barcelona la familia Iglesis tenía una vaquería con 50 vacas, la leche que se producía se vendía en la misma.
En 1961 el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas aprobado para poblaciones de más de 10.000 habitantes obligaba a cerrar esta actividad dentro de la ciudad.
La norma daba diez años de plazo a los propietarios de las vaquerías para que las trasladaran.
A pesar del reglamento, el Ayuntamiento de Barcelona detectó todavía en 1983 un establecimiento que seguía ilegalmente con la actividad. En noviembre de 1984 cerró la última de las descubiertas, en el pasaje de Aymà, en el Poblenou.